21 ago 2021

Docente asesinada, la escena del crimen

Crónica.

Desde la cátedra de Redacción Periodística, se organizó un conversatorio con el periodista Antonio Gaspar.

Antonio Gaspar- Foto  Facebook

Antonio, vive en Salta y trabaja para el diario El Tribuno; al que ingresó desde joven por una pasantía para los estudiantes de Ciencias de la Educación. Luego de finalizar su tesis y porque redactaba bien, lo ponen a trabajar en el archivo y a escribir notas de educación.

 Hace 20 años comenzó por el periodismo gráfico, y actualmente también lo hace en la web del diario; donde las notas vinculadas a derechos humanos, conflictos de aborígenes y campesinos, son las que prefiere hacer.

 Donde se destaca, es en la crónica; y en la charla pudimos ver su gran capacidad narrativa cuando nos relató, con gran detalle, la cobertura del asesinato de una docente en un paraje de monte en Tartagal, una zona donde el conflicto entre aborigen y criollo está siempre latente.

Y hacia allí fueron Antonio, un fotógrafo y un camarógrafo. Llegando al lugar, el cual no sabían bien donde quedaba, el auto les queda atrapado en un arenal y deciden seguir a pie. Caminaron como dos kilómetros en el medio del monte, sin saber si llegarían, por senderos angostos; hasta que dieron con el lugar.

 Él llegó primero, porque tenía más agilidad y caminaba rápido; el fotógrafo y el camarógrafo llegaron después. La escuela estaba pegada al puesto del criollo y al lado de la toldería de los indígenas. Se impacta mucho al recorrerla.

 Estaban las manchas de sangre todavía sin peritar. No había nadie adentro; y empieza a ver los útiles, los cuadernos con los lápices de los chicos, los juguetes desparramados en el jardín de infantes, lo que estaban escribiendo en el pizarrón a medio escribir.

 Antonio cuenta su impresión: “Todo había quedado intacto, como detenido en el tiempo. Como acá cuando pasan los temblores; acá hay muchos temblores, y dejamos todo y salimos corriendo rápido para afuera” (…) “todo quedó intacto y eso fue terrible para mí”.

 Ellos sabían que un criollo había matado de un escopetazo a una docente, pero desconocían los motivos; luego se enteran lo que había pasado por la policía.

 La docente cuidaba a unas nenas wichi de 13 años, porque el puestero las quería violar. Y fue entonces cuando quiso violar a una, la docente se interpuso, y el tipo ahí nomás la mató de un doble escopetazo.


Foto Marina Sánchez


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