11 sept 2021

PASO 2021: Personas eximidas del sufragio y protocolos sanitarios

Este domingo se celebran las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) y el secretario de salud, Jorge Prieto, recomendó a la población medidas de cuidado, también indicó quienes no deben concurrir a votar y como tramitar la constancia para presentar ante el tribunal electoral.


Recaudos durante el sufragio.

Se recomienda a los votantes llevar barbijo correctamente colocado, mantener distancia social, esperar en lugares abiertos ventilados, concurrir solos, llevar lapicera y no cerrar el sobre con saliva; en las mesas se contará con sanitizante de manos para que el sufragio sea seguro.

Se solicita a la población respetar la franja horaria dispuesta desde las 10.30 a 12.30hs para que exclusivamente vayan a votar pacientes de riesgo y personas mayores.

Así mismo, la Cámara Nacional Electoral aprobó el Protocolo sanitario de Covid19 para estas elecciones y dispuso la figura del facilitador sanitario, quien será un miembro de las Fuerzas Armadas o Seguridad, que controlará el cumplimiento del protocolo en el establecimiento.


Quienes no deben concurrir a votar.

En Argentina las elecciones tienen carácter obligatorio y quienes no concurran deberán pagar una multa de $150.

No obstante, el funcionario recalcó que, quienes estén con síntomas compatibles con Covid19, se encuentren cursando la enfermedad, o sean contacto estrecho de caso activo, no deben concurrir a votar y llamar al 0800 555 6549 para solicitar la constancia, la que luego debe presentarse ante la Cámara Nacional Electoral, para justificar la no concurrencia.

 

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8 sept 2021

El derecho a tener voz

Hace años, desde organismos internacionales y colectivos locales de comunicadoras, se viene alertando por la desigualdad de género en los medios de comunicación y trabajando en la planificación de acciones para la lucha contra el sexismo, la violencia simbólica y mediática, los estereotipos de género, y las condiciones desiguales de trabajo que se ven en los medios.




La realidad nos muestra que tanto en radio, TV, portales web, como periódicos, los principales periodistas son varones, las pocas mujeres que hay llegan a un escaso 30% y ocupan roles secundarios, siendo las personas trans y lesbianas visibles contadas con los dedos de una mano. 

Si consideramos que la mitad de la población son mujeres, estos datos deberían llamar nuestra atención. ¡Pareciera que no hay periodistas mujeres, ¿no?! Pero, curiosamente, estudios realizados en 2018, por Fundeps y Comunicación para la Igualdad, muestran que las mismas representan el 64% de quienes se gradúan en carreras de comunicación, y esto, lo podemos ver con solo recorrer los listados de alumnos y alumnas que cursan esta carrera.

Ahora bien, la brecha entre ese 64% de graduadas y el 30% de trabajadoras que hacen reportes informativos, responde a la división sexual del trabajo, porque el sistema impulsa a las mujeres a ocupar roles de cuidado y reproductivos, y a descuidar su desempeño profesional. Es algo que se da en todos los órdenes, y particularmente en trabajos masculinizados como el periodismo.

En referencia a la ocupación de puestos jerárquicos en empresas de medios, la brecha de género crece; el 78% está dirigida por varones, y que además son los dueños de los medios; solo hay 11 accionistas mujeres, muchas de ellas con relación de parentesco en la propiedad de estos. 

Datos similares encontramos en los sindicatos de prensa, donde el 70% está dirigido por hombres. Seguramente, en base a estos datos, Comunicación por la Igualdad resume en una frase toda su investigación: «muchas estudian, menos trabajan y muchas menos se sindicalizan”.

En el ámbito de la prensa gráfica la situación empeora. En 2019 Delegadas Página/12 publicó una investigación que revela que, del total de trabajadores en relación de dependencia en ese diario sólo 1 de cada 4 son mujeres, lo que sería el 25%. Y representan la mitad del total de colaboradores/as externos (freelance), por tanto, aquí la ocupación de mujeres en estos puestos va de la mano de una mayor precarización laboral.

Respecto a la participación de personas trans, el mismo estudio señala que solo escriben en los suplementos de género y diversidad (Las 12 o en Soy) y no pertenecen al personal de planta permanente del diario, solo colaboran. 

Y esta disparidad en la planta del personal de los diarios, se traslada a los contenidos. Así el porcentaje de mujeres que firman columnas de opinión en los principales diarios, Página 12, La Nación y Clarín, va del 12 al 33%.

¿Y cuál es el panorama en la radio? En este ámbito, hay un monitoreo realizado por Nos Quemaron por Brujas, que es un programa radial feminista, en el que los datos no difieren de la generalidad que se describió anteriormente. En radio, mujeres, lesbianas, travestis y trans conducen solo el 31% de los programas más escuchados, tanto en AM como en FM. 

La disparidad también opera sobre los temas y contenidos que mujeres y varones tratan al aire: solo 1 de cada 7 columnistas de política y economía es mujer; por otro lado, el rol que mayoritariamente se les asigna en los programas de la primera mañana, llegando a ocupar casi el 100%, es el de locutora, donde sus tareas se reducen a anunciar la hora, el clima, datos del tránsito, las vías de contacto radial y las pautas publicitarias.



Donde sí vemos algo de paridad, es en las presentadoras en TV, que llegan a cubrir el 44%; pero con algunas particularidades que no pueden dejar de mencionarse, por ejemplo: en ellas predominan las presentadoras jóvenes y, después de los 65 años desaparecen de los programas, trátese de reporteras o presentadoras (salvo excepciones como Mirtha o Susana); mientras que, en ellos la edad promedio llega a los 50 años. 

En relación con este aspecto, observamos como hay cierto canon de belleza hegemónica, cierta estética, que se exige a las mujeres que están en pantalla. Contrariamente, vemos a conductores gordos, pelados, con arrugas y de más de 60 años. 

Esto es algo que se da diariamente y de manera naturalizada. Los cuerpos de las mujeres están sometidos a escrutinio público de terceros de manera permanente, y, específicamente en los medios, se van predeterminando roles sobre lo que podemos o no hacer. Por ejemplo, es común que las mujeres aparecen cuando hay temas directamente relacionados con “la agenda de mujeres”.

Al respecto, la presidenta de Radio y Televisión Argentina, Rosario Lufrano, recordaba que años atrás, “Cuando a una mujer se la convocaba para co-conducir en un noticiero de televisión se le pedía que casi sea un adorno (...) somos una generación que rompió con eso, que mostró que pensábamos y ahí empezaron a preocuparse”, y señalaba que, aunque se han logrado muchas conquistas, el patriarcado y el machismo sigue imperando en los medios.

Tampoco predominan en la tele distintos tonos de piel, ni personas con discapacidad, ni otras identidades que salgan del binarismo varón y mujer. Es decir, no hay diversidad en las pantallas.

En función de estos datos abrumadores, durante el año 2019, periodistas feministas lanzan en las redes la campaña “Faltamos en los medios” abriendo la discusión pública del tema en torno a: ¿Quién habla? ¿Quién cuenta la historia? ¿Qué voces y qué cuerpos están autorizados a decir?

Luego de esta movida, en el ámbito parlamentario nacional, se llega a la conclusión que es necesaria una ley de paridad de género y equidad en los medios para revertir este panorama; del mismo modo que fue necesario primero el cupo femenino, y después la ley de paridad para favorecer el ingreso de mujeres en las bancas legislativas y cargos electivos.

Los ejes en discusión son tres: una representación justa en cargos, pantallas y micrófonos; protocolos de actuación en casos de violencia de género, y capacitaciones en género para evitar estigmatizaciones y discriminación en la construcción de las noticias y la cobertura de la información, tal como lo establece la Ley Micaela.

A principios de octubre de 2020, el Senado da media sanción al Proyecto de Ley de Equidad en Medios de Comunicación, en una sesión histórica, ya que, de un cuerpo de 72 integrantes, el proyecto contó con 61 votos afirmativos de quienes estaban presentes, es decir, fue aprobado por unanimidad, sin votos en contra ni abstenciones.

El proyecto contó con el apoyo y el impulso del colectivo Periodistas Argentinas, y busca promover la equidad en la representación desde una perspectiva de diversidad sexual en los servicios de comunicación, cualquiera sea la plataforma utilizada.

La norma establece que los servicios de comunicación operados por prestadores de gestión estatal quedan sujetos al régimen obligatorio. Hasta que la equidad en la representación sea garantizada, los puestos de trabajo en dichos medios serán cubiertos de manera progresiva y no se afectarán los cargos originados, ni los concursos convocados con anterioridad a la entrada en vigor de la ley.

Para los prestadores privados, con o sin fines de lucro, se propone un régimen de promoción mediante el cual se emitirá un certificado de equidad. Dicho certificado dará preferencia en la asignación de publicidad oficial.

La ley fue aprobada en junio de 2021 por la Cámara de Diputados, pese al lobby de legisladores para vaciar la sesión y las presiones de los grupos mediáticos.

Argentina es el primer país del mundo que cuenta con una ley de paridad en medios de comunicación. Un hecho histórico, poder contar con una normativa impulsada por comunicadoras feministas.


En nuestra provincia, también se avanzó en similar sentido. A fines de octubre de 2020, la Diputada Lucila de Ponti, presenta un proyecto de ley de Perspectiva de Género en los medios de comunicación. La propuesta fue trabajada desde Casa Patria Rosario, con la participación de la senadora nacional María de los Ángeles Sacnun, docentes, investigadoras, realizadoras audiovisuales y periodistas.

La norma establece la capacitación en género de quienes ocupan cargos directivos en los medios de la provincia o que cumplen funciones en la producción de contenidos; promueve la ocupación de espacios de toma de decisión y de producción de manera proporcional por parte de mujeres y disidencias; y busca eliminar la violencia mediática.

Así mismo, propone, por un lado, la creación del Observatorio de Mujeres y Disidencias Sexuales en medios de comunicación, para recabar estadísticas e indicadores sobre la situación laboral de mujeres y disidencias en los medios, que sirvan de base para la adopción de políticas públicas. Por otro, implementa el Registro de Trabajadores y Trabajadoras de la Comunicación y Producción Audiovisual, que funcionará de manera articulada junto al mencionado Observatorio, promoviendo la participación igualitaria.

Para ir finalizando, podemos decir casi con certeza, y en función de lo que ha sucedido con otras leyes, que las normas son herramientas de las que podemos valernos para ir accionando desde diversos ámbitos para asegurar la igualdad de oportunidades entre géneros, pero, sabemos bien que dictar la ley no cambia la realidad.

Los medios de comunicación son un reservorio de viejos valores y no han modificado sus estructuras al ritmo de la revolución social que provocó el movimiento feminista. El patriarcado se apoderó, no solo de los cuerpos, sino también, de la voz de las mujeres y diversidades.

Por tanto, hay que analizar con mirada crítica de qué manera es tratada la información, cuáles son los estereotipos de género sobre los que se estructuran las noticias, y dar la discusión acerca de quiénes son las voces autorizadas para decir e informar. Porque desde los medios se construye sentido y se forma opinión pública.

Tenemos un gran desafío por delante para instaurar la perspectiva de género en la comunicación mediática, redistribuir la palabra y lograr un periodismo libre de sexismo y violencias, frente y detrás de las cámaras, con micrófonos encendidos o apagados.

También sabemos, que ante nuestros reclamos seguramente nos dirán: que los cambios culturales son lentos; que falta un siglo para que a lo mejor la equidad de género sea una realidad mundial; que porqué perder el tiempo con estas cosas cuando hay causas más urgentes por las que luchar; o el típico “gánense los lugares como nosotros”. Seguro alguno escucharon... ¿verdad?

Pero, nos encontramos ante la posibilidad de un gran cambio social y cultural, porque es mentira eso de “calladitas nos vemos más bonitas”; la mujer empoderada en sí misma, es dueña y partícipe de sus sueños; y, además, es un tiempo en que nos toca ser protagonistas de la historia, por tanto, no vamos a quedarnos sentadas esperando a que esto suceda.


Deconstruir el discurso

El 28 de junio se conmemora en nuestro país y el mundo el Día del Orgullo LGBTIQ+. Un día de visibilidad y lucha por la conquista de derechos para lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros, transexuales, travestis, intersexuales, queers y otras disidencias.


En este marco, considero que es un día oportuno para hablar acerca del lenguaje no sexista o inclusivo, su uso, su resistencia, y su total rechazo por gran parte de la comunidad, así como de la Real Academia Española.

El lenguaje inclusivo, o no binario, comienza a circular informalmente entre grupos de jóvenes y, luego, entre integrantes de movimientos feministas y de diversidad sexual y género, a modo de poner en evidencia las desigualdades y exclusiones que produce el sistema patriarcal-heterosexual, al invisibilizar en el discurso público a mucho más de la mitad de la población.

Santiago Kalinowski, director del Departamento de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas de la Academia Argentina de Letras sostiene que "El lenguaje inclusivo es una intervención del discurso público que busca crear en el auditorio consciencia acerca de la persistencia de una injusticia social".

Una vez más, el lenguaje es un reflejo de lo que pasa en nuestra sociedad. Hoy si pensamos y hablamos dentro de un esquema binario, donde sólo existe el masculino o femenino, dejamos afuera a muchas personas que no se sienten representadas en ese binomio, sea desde su identidad de género o sexual.

Entonces, por respeto y reconocimiento a millones de seres humanos, no les parece que debemos dejar de lado esas miradas o preguntas que incomodan como: ¿qué sos?, ¿nena o nene?, ¿hombre o mujer?

La discusión sobre el uso de un lenguaje inclusivo, no sexista, está presente y viva. En los medios ya hay debates sobre si vino para quedarse, si será aceptado por la RAE, algo que considero improbable, pero, lo más importante, si logrará que una parte considerable de nuestra sociedad deje de verlo como repulsivo o una aberración.

Lo cierto es que el uso de la -e, para no denotar género, se va abriendo camino de a poco y en lugares de no menor trascendencia. Así, el lenguaje inclusivo, se escucha en las escuelas, universidades, lo vemos en formularios de organismos públicos, lo usan cronistas en algunos medios, llegó a las bancas del Congreso Nacional y Provincial y hasta Casa Rosada, porque tenemos un presidente que lo adoptó en sus mensajes a la población.

La tarea de deconstruir el discurso público es ardua, y resistida, y sabemos que con solo eso no alcanza para desterrar las injusticias o desigualdades sociales que existen en el mundo actual, pero también sabemos que lo que no se nombra pareciera que no existe.

Por esto, la propuesta que quiero acercarles, desde este espacio, es que hagamos el intento de comunicarnos con un lenguaje no sexista, para que al menos, comencemos a reparar tantos años de discriminación, de condena social, y demos fin a esas historias llenas de vergüenza, culpa y sufrimiento, por no encajar, por no ser como lo que la sociedad espera que seamos.








Malvinas, repensar la historia que nos contaron.

Cumplidos 38 años de la Guerra de Malvinas, un fallo judicial abrió el camino para comenzar a reparar algunas fallas.

A 13 años de iniciada la causa judicial, en febrero de 2020 la Justicia Federal de Río Grande dictó los primeros procesamientos sin prisión preventiva, contra militares retirados, por torturas y vejaciones a soldados durante la Guerra de Malvinas.

"…¿Qué hacer con el silencio cuando la cabeza estalla?
¿Cómo parar la impotencia de no poder hacer nada?…"

La causa judicial iniciada en el año 2007, al momento tiene 120 denuncias de ex combatientes, 95 oficiales y suboficiales se encuentran imputados y otros 20 miembros de las Fuerzas Armadas fueron llamados a declaración indagatoria recientemente.

Las novedades del fallo judicial refieren a que los hechos denunciados se encuadran como crímenes de lesa humanidad para su investigación, y descarta planteos sobre la prescripción de los delitos. En este sentido, sienta un importante precedente, porque rebate un fallo unánime del año 2009, de la Cámara de Casación Penal, que determinó que tales delitos de lesa humanidad no habían sido cometidos; fallo que, posteriormente en el año 2015, fuera confirmado definitivamente por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Las torturas, vejámenes y malos tratos sufridas por algunos soldados durante la guerra por parte de sus superiores, más allá de surgir de los numerosos testimonios que constan en las causas judiciales, se constatan por información de documentación desclasificada de las propias Fuerzas Armadas, que se dispuso a partir de abril del 2015 por parte del Poder Ejecutivo mediante el Decreto n° 503/2015.

"Luego de la derrota un oficial gritó fuera de sí:

- Soldados de mierda, son unos cagones, cobardes, inútiles. Por culpa de ustedes perdimos la guerra. Ustedes no merecen nada. Habría que fusilarlos a todos- decía rojo de bronca.
“¿Quiénes eran los enemigos? ¿Los ingleses o nosotros? Parecía que se ensañaban con sus propios soldados y volcaban toda su impotencia contra nosotros” – comenta un ex soldado." - Cita: Iluminados por el fuego- Edgardo Esteban y Gustavo Romero Borri- Sudamericana- Bs. As 1993

Las denuncias referían a castigos físicos y psicológicos por “faltas disciplinarias” de parte de  los conscriptos, que generalmente se realizaban delante de otros soldados con carácter aleccionador para el resto de la tropa. 

Los excombatientes denunciantes cuentan en sus relatos que algunos jefes militares al mando sometían a los soldados a estaqueamientos, exposiciones sin ropa al frío extremo, ejercicios físicos extenuantes o humillantes, enterramientos en el suelo helado hasta la altura de la cabeza, pasar días sin comida con hambre extremo, golpes y picanas con teléfonos de campaña, entre otras.

En el fallo judicial también se remarca que, una vez finalizada la guerra, desde la Jefatura de las Fuerzas Armadas se desplegaron acciones de inteligencia y de operación psicológica para evitar que las denuncias de los soldados salgan a la luz y de este modo favorecer la impunidad de los oficiales y suboficiales que cometieron estos delitos.

"… Leyes viejas, más genocidas: mal presagio para la vida…"

A la guerra de Malvinas, se enviaron alrededor de 23.000 combatientes, de los cuales aproximadamente 10.600 pertenecían a la Armada, 10.300 al Ejército y 2.300 a Fuerza Aérea, participaron también 200 efectivos pertenecientes a Prefectura y Gendarmería. De este total 649 argentinos fallecieron durante la guerra, casi la mitad, a causa del hundimiento del Crucero General Belgrano.

De las tumbas del cementerio de Darwin, 122 eran anónimas y figuraban con una placa que decía “Soldado Argentino solo reconocido por Dios”. Desde el año 2010, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) viene trabajando y se ha logrado reconocer la identidad de 115 cuerpos de combatientes, pero aún falta determinar a quién pertenecen varios restos que fueron enterrados en una misma fosa. En tal sentido el Gobierno Argentino y el Reino Unido firmarán un nuevo acuerdo para continuar los trabajos de identificación de las tumbas de los soldados enterrados en las Islas Malvinas.

Pasada la guerra, muchos oficiales y veteranos se quitaron la vida, no hay datos concretos de la cantidad de suicidios por falta de un registro oficial. La Armada y el Ejército informaron que fueron 52 las muertes posteriores al conflicto, pero Asociaciones de Ex Combatientes aseguran que fueron entre 350 y 500 los veteranos que se han quitado la vida desde entonces.

"… Insistiré con un mar de rosas y construiré sobre cenizas.
Tendré un nuevo sueño en mis manos y lucharé para que sea justicia.
Las mejillas de mis hijos en mis labios y encontraré en sus ojos un nuevo descanso…"




Tema musical que acompaña la lectura: "Para La Vida"

Intérprete: León Gieco - Banda de sonido: Iluminados por el fuego


 








21 ago 2021

Una nueva Constitución, el despertar de Chile

 El colapso del (des)orden neoliberal, América Latina en llamas.


El próximo 4 de julio se dará cita la Convención Constitucional que redactará la nueva carta magna del vecino país.

 

La semana entrante, el día 4 de julio de 2.021, se dará inicio a las sesiones para redactar el nuevo texto de la Constitución en Chile; día coincidente con la conmemoración de los 210 años desde la instauración del primer Congreso Nacional en ese país.

El proyecto normativo, tendrá un plazo de hasta un año para ser escrito; se ha previsto un trabajo de 9 meses, que pueden ser prorrogables por 3 meses adicionales; luego el texto definitivo será sometido, por Referéndum, a votación popular de carácter obligatoria, para su aceptación o rechazo.

La nueva constitución, será la primera en ser escrita por representantes de la ciudadanía elegidos de manera democrática, y reemplazará la actual, que fuera promulgada en 1980, durante la dictadura de Pinochet.

Si bien la carta magna ha sido modificada en 31 oportunidades, las mayores reformas fueron las de los años 1989 y 2005; donde en la primera se establecieron las leyes de amarre, y, la segunda, puso fin los cargos vitalicios y designados de senadores, la inmovilidad de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, y dejó sin efecto otras normas establecidas por la dictadura.

En esta ocasión, la demanda social es tener una nueva constitución, redactada de cero de manera completa, que no termine siendo una mera reforma de la existente, o solo simples cambios estéticos, que no modifiquen cuestiones de fondo.

El proceso comenzó con un plebiscito, en octubre de 2020 donde el 78% de los votantes reafirmó la necesidad que la misma sea llevada a cabo mediante un órgano donde los representantes sean en su totalidad electos de manera democrática, y no por los actuales parlamentarios.

 

El llamado a conformar la Convención Constitucional.

El proceso electoral se llevó a cabo el 15 y 16 de mayo de este año, donde la ciudadanía chilena pudo elegir de entre casi 1300 candidatos a los miembros de la Convención Constitucional, que serán los encargados de escribir el nuevo texto.

La conformación de este cuerpo es algo inédito a nivel mundial, debido a su carácter igualitario e inclusivo, ya que contempló, en la composición de listas, la paridad de género y 17 escaños se reservaron para representantes de comunidades aborígenes.

El órgano constituyente quedará conformado por 78 varones y 77 mujeres. Es destacable, que la edad promedio de quienes resultaron electos es de 45 años, y al menos 6 personas pertenecen a la comunidad LGTBI.

En las listas, irrumpieron gran cantidad de candidaturas independientes, de personas que no responden a partidos políticos tradicionales, ni pertenecen a la casta política chilena. Se trata de líderes territoriales ambientalistas y feministas, que surgieron con las protestas populares de 2019 y 2020, y que ocuparán 48 de los escaños de la asamblea.

Estos resultados expusieron el potencial de las movilizaciones sociales, en cuanto a la cantidad y diversidad de grupos que buscaron expresar estas demandas; y también, su lado débil, al no poder reconocer esta capacidad en una figura o líder político.

Lo que quedó demostrado, es la gran desconfianza de la ciudadanía en los partidos políticos tradicionales como canalizadores de sus reclamos, y el sentimiento general de repudio a la casta política chilena.



Para aceptar el llamado a la Convención Constitucional, desde los sectores de derecha, se había puesto como condición, a las fuerzas parlamentarias opositoras, la regla de los dos tercios, tanto, para lograr el quórum, como para poder aprobar los contenidos de la nueva carta magna; y, por otro lado, respetar la intangibilidad de los tratados comerciales existentes, ratificados por Chile.

Esto fue denominado “Acuerdo por la paz”, y luego de la elección ha sido puesto en debate público, debido a que varios convencionalistas han brindado declaraciones llamando a «hacer efectiva la soberanía popular de la constituyente», en referencia a las reglas de funcionamiento impuestas a la convención. Por el contrario, voceros oficialistas sostienen que las reglas habían sido aceptadas por la ciudadanía cuando se realizó el plebiscito en octubre del año pasado.

De esta manera, el gobierno y sus aliados, se aseguraban el control del proceso asambleísta, de haber contado con el 35 o 40% de la votación popular; sin dudas, los resultados electorales fueron un duro revés para Piñera y la derecha, en cuanto al sostenimiento del sistema económico neoliberal de gobierno, que en Chile data desde el año 73.

La suma de los escaños de independientes (48) y las listas de la oposición Apruebo Dignidad (28) y Lista del Apruebo (25), supera los dos tercios necesarios tanto para el quorum, como para el tratamiento de temas.

La Lista Vamos por Chile apoyada por el presidente Piñera, que representa la derecha oficialista, se queda con 37 escaños, bastante lejos de los necesarios para poder controlar el contenido de la nueva constitución, o, vetar artículos.

 

Elecciones de gobernaciones, alcaldías y concejalías.

La elección de delegados para la Convención Constitucional, incluyó además la de cargos a gobernadores, alcaldes y concejales, en las cuales la derecha fue derrotada en municipios emblemáticos que funcionaban desde hace tiempo como sostén del gobierno.

El oficialismo pierde las municipalidades de Santiago, Viña del Mar, Ñuñoa y comunas importantes como la de Maipú y Valdivia.

A diferencia de la elección de convencionales, en la de concejales municipales no se permitió la presentación de listas independientes, con lo cual los electores tuvieron que optar por alguno de los signos partidarios tradicionales.

En la elección de convencionales, se constató la real pérdida de votos de los partidos tradicionales, a favor de las candidaturas independientes y de pueblos indígenas, que rondó en los 2 millones 500 mil votos.

La participación ciudadana en las elecciones fue bastante baja, hubo un 60% de ausentismo considerando el total de electores según el padrón; votando un 10% menos de personas que lo habían hecho en el plebiscito de octubre pasado.

Se especulaba que la baja participación de los comicios favorecería a la derecha, debido a que los mayores porcentajes de votación se constataban en las comunas ricas; pero resultó la peor elección que tuvo la derecha desde 1965, a punto tal que la Democracia Cristiana solo contará con 3 representantes constitucionales. 

 

La realidad chilena.

Sin dudas la ciudadanía chilena ha mostrado su disgusto en esta votación con el gobierno de Piñera. Algunas de las razones que se analizan, son por un lado la deficiente atención y gestión durante la Pandemia por covid19, y, por otra parte, la brutalidad y el uso de la fuerza represiva en el control de las protestas ciudadanas que comenzaron en octubre de 2019.

Estos reclamos populares en contra del gobierno, surgieron como manifestaciones aisladas en las principales ciudades de Chile, convocadas por grupos de estudiantes que se quejaban por la suba de la tarifa del transporte fundamentalmente, y de otros servicios como agua, combustible, luz y alquileres.

Estas protestas que se sucedieron desde entonces y durante el 2020, fueron controladas mediante el uso brutal y desmedido de la fuerza pública y desataron la reacción en masa del pueblo chileno, que, oprimido por las políticas neoliberales desde hace décadas, salió a las calles a lo largo del país, haciendo que su grito traspase las fronteras y se escuche en todo el planeta.

Al respecto, Isabel Allende escribió lo siguiente:

“En Chile, que supuestamente goza de estabilidad, han estallado graves protestas populares con actos de destrucción y pillaje. Son la expresión iracunda de un pueblo frustrado. Esta crisis no se resuelve con los militares en la calle, se requieren cambios profundos. El sistema neoliberal basado en el lucro ha vendido o privatizado todo: la educación, la salud, el agua, el gas, el transporte colectivo, etc. La desigualdad social y económica es vergonzosa. La gente está enfurecida por los sueldos de hambre y el costo de la vida, que obliga a la gran mayoría a vivir a crédito o en la pobreza, mientras los ricos viven en su burbuja, evadiendo impuestos y acumulando más y más. Esto inevitablemente crea violencia y en algún momento estalla. Así han comenzado todas las revoluciones.”

En un país capitalista periférico como Chile, el desarrollo de las capacidades productivas se ha visto truncado por la permanencia del modelo productivo extractivista, con gran impacto no solo en lo ambiental, sino en las condiciones salariales y laborales de sobreexplotación impuestas por empresas de carácter extranjero.

En referencia a las privatizaciones de la explotación de cobre, esta ha aumentado exponencialmente desde la dictadura. Antes, solo el 13% de la producción estaba en manos de privados; hoy el 70% es realizada por empresas privadas.

Un servicio básico como lo es la provisión de agua potable, se transformó en un gran negocio oligopólico, donde el 97% de los consumidores pagan altas tarifas por el suministro a privados, debido a la venta de empresas, por parte del Estado con la venia del Congreso Nacional.

La ideología liberal chilena, las imágenes de éxito del sistema político y económico difundidas desde los medios de comunicación, y las relaciones de poder instituidas y fomentadas por la elite empresarial, fueron perdiendo su brillo ante las consecuencias palpables de dicho modelo.

Los grandes beneficiados han sido solo los inversionistas, muchas veces favorecidos por la corrupción de la casta política, que se han constituido como una minoría cada vez más rica y poderosa; todo ello a costa de la decadencia en la prestación de servicios básicos para las mayorías como son la salud, la educación y la seguridad social.

No hay que dejar de considerar que Chile, a nivel mundial, es uno de los países que tiene los índices más elevados de endeudamiento de hogares.

Como consecuencia de todo ello, las personas que pertenecen a sectores populares poseen trabajos precarizados, con sueldos por debajo de los índices de pobreza, están altamente endeudados y sin posibilidad de acceder a servicios básicos que se encuentran privatizados.

 

El futuro mediato.

El país está en una gran crisis política y social donde, la desigualdad de clases es abismal, con mucho descontento por parte de la ciudadanía, que ha visto en las manifestaciones populares la posibilidad de demostrar su enojo, y hacer escuchar sus reclamos.

Debemos observar que muy pocos Convencionalistas han planteado la necesidad de una verdadera reestructuración del sistema capitalista neoliberal imperante, con un control de la explotación de las riquezas naturales, y de los precios de servicios básicos.

La mayoría de las posturas de los independientes son más bien sectorizadas, a favor de la mejora de los sistemas de salud y educación, del sistema previsional, de cuestiones ambientales, de igualdad de género y diversidad, o atención de demandas históricas de comunidades indígenas.

Los discursos pueden ser de ideas antineoliberales, pero no están cerca de ser anticapitalistas, en este país donde, todo un pueblo, pone sus sueños y esperanzas en una nueva constitución, que abra el camino a un nuevo comienzo, con más igualdad, más democracia, mayor bienestar y dignidad.

 



A siete años de la muerte del entrañable Gabo

 Noticia de semblanza sobre el escritor Gabriel García Márquez.

El máximo referente del realismo mágico en la literatura latinoamericana.

Foto Daniel Mordzinski

Gabriel García Márquez, reconocido periodista y escritor colombiano, falleció a los 87 años de edad producto de una neumonía, el 17 de abril de 2014 en la ciudad de México.

Galardonado en 1.982 con el Premio Nobel de Literatura, por “Cien años de soledad”, una novela escrita por Márquez en 1.967, que cuenta la historia de la familia Buendía, a lo largo de varias generaciones en Macondo, una ciudad ficticia colombiana.

Esta obra si situó como una de las más reconocidas y significativas de la literatura latinoamericana y española.

En dicha novela el autor plantea una interpretación crítica de la historia colombiana, con un relato metafórico y fantástico. Entre mitos nacionales, supersticiones y fantasmas va contando la transformación del estilo de vida colonial que se ve influenciado por la llegada del ferrocarril, la Guerra de los mil días, el establecimiento de grandes compañías extranjeras y la política liberal.

 En febrero de este año, la Casa Estudio 100 Años de Soledad, con el apoyo de la Fundación Gabo, comenzó un ciclo de charlas a cargo del escritor y periodista Juan Villoro, denominado “Gabriel García Márquez, de la crónica a la ficción”, el cual va analizando sus obras más emblemáticas.

Las videoconferencias son abiertas y gratuitas, dirigidas a todo tipo de público, y se puede acceder a ellas por las plataformas Facebook y YouTube.

Las mismas se transmiten desde la oficina de la casa en la cual Gabo, como le decían sus amigos, escribiera durante 18 meses la novela “100 Años de Soledad”; y, donde, él mismo calculaba, se había fumado alrededor de 30 mil cigarrillos, adquirido una deuda de 120 mil pesos y de donde salieron 1.300 cuartillas que luego de corregidas quedaron 490.

En la charla realizada a comienzos de abril, Villoro recuerda que García Márquez ya era un escritor consagrado antes de haber recibido el Nóbel. Contaba en su haber con publicaciones periodísticas, varias novelas, cuentos y relatos excepcionales; y, si bien la fama lo alcanza a partir del premio recibido por aquella novela, sería una simplificación encasillarlo sólo dentro del realismo mágico.

En palabras de Villoro, “considerar el trabajo previo como una obra menor es injusto porque él ya era un gran escritor” (…) “es un escritor tan completo y tan variado que puede tener lectores que prefieran alguna de sus obras anteriores o posteriores”.

Por otro lado, sostiene que le hubiera sido fácil seguir con novelas parecidas a Cien Años de Soledad, y que seguramente habrían sido un éxito rotundo, pero que Gabo se negó a repetirla. Finalmente enfatizó: “es un autor que no se repite, que asumió tantos riesgos, incluso siendo ya mundialmente reconocido; vale la pena ver todos estos cambios y esta extraordinaria versatilidad”.

En una entrevista televisiva de TVE a García Márquez en 1.995, le preguntan acerca que “si el tuviera la posibilidad, ¿Qué le gustaría mirar por un agujerito sin ser visto?”, a lo que respondió: “¿Sabes qué?, la vida desde la muerte”.

A continuación, la periodista le hace referencia sobre él, que tenía la posibilidad de elegir la muerte de los protagonistas en sus novelas, que muerte escogería. Muy contundente y rápido contestó: “No, yo no la escogería, me niego rotundamente, yo la única opción que elijo es no morirme. Para mí, es muy serio que esto se acabe y sin prácticamente participación de uno; creo que es injusto”.

Finalmente, la cronista le pregunta: “¿Y qué podemos hacer para evitarlo entonces?”, a lo que Gabo, sin bacilar, respondió: “Escribir mucho”.


Docente asesinada, la escena del crimen

Crónica.

Desde la cátedra de Redacción Periodística, se organizó un conversatorio con el periodista Antonio Gaspar.

Antonio Gaspar- Foto  Facebook

Antonio, vive en Salta y trabaja para el diario El Tribuno; al que ingresó desde joven por una pasantía para los estudiantes de Ciencias de la Educación. Luego de finalizar su tesis y porque redactaba bien, lo ponen a trabajar en el archivo y a escribir notas de educación.

 Hace 20 años comenzó por el periodismo gráfico, y actualmente también lo hace en la web del diario; donde las notas vinculadas a derechos humanos, conflictos de aborígenes y campesinos, son las que prefiere hacer.

 Donde se destaca, es en la crónica; y en la charla pudimos ver su gran capacidad narrativa cuando nos relató, con gran detalle, la cobertura del asesinato de una docente en un paraje de monte en Tartagal, una zona donde el conflicto entre aborigen y criollo está siempre latente.

Y hacia allí fueron Antonio, un fotógrafo y un camarógrafo. Llegando al lugar, el cual no sabían bien donde quedaba, el auto les queda atrapado en un arenal y deciden seguir a pie. Caminaron como dos kilómetros en el medio del monte, sin saber si llegarían, por senderos angostos; hasta que dieron con el lugar.

 Él llegó primero, porque tenía más agilidad y caminaba rápido; el fotógrafo y el camarógrafo llegaron después. La escuela estaba pegada al puesto del criollo y al lado de la toldería de los indígenas. Se impacta mucho al recorrerla.

 Estaban las manchas de sangre todavía sin peritar. No había nadie adentro; y empieza a ver los útiles, los cuadernos con los lápices de los chicos, los juguetes desparramados en el jardín de infantes, lo que estaban escribiendo en el pizarrón a medio escribir.

 Antonio cuenta su impresión: “Todo había quedado intacto, como detenido en el tiempo. Como acá cuando pasan los temblores; acá hay muchos temblores, y dejamos todo y salimos corriendo rápido para afuera” (…) “todo quedó intacto y eso fue terrible para mí”.

 Ellos sabían que un criollo había matado de un escopetazo a una docente, pero desconocían los motivos; luego se enteran lo que había pasado por la policía.

 La docente cuidaba a unas nenas wichi de 13 años, porque el puestero las quería violar. Y fue entonces cuando quiso violar a una, la docente se interpuso, y el tipo ahí nomás la mató de un doble escopetazo.


Foto Marina Sánchez


Nadie quiere morir en el olvido



Reseña del libro "El juguete rabioso" de Roberto Arlt.



“El juguete rabioso” fue la primera novela escrita por Roberto Arlt en 1926, los años previos a la Gran Depresión de 1930. En ella cuenta, durante cuatro capítulos, la historia del joven Silvio Drodman Astier.

Silvio, es un adolescente de catorce años que pasa sus días, entre, la lectura de historias fantásticas de la literatura bandoleresca, y la creación de inventos; hasta que debe salir a ganarse el día a día, ante la imposibilidad de su madre de sostener económicamente la casa y la familia.

Capítulo I, Los ladrones

Silvio, inspirado en las historias que leía, sueña con ser alguien reconocido: “…nos nació una singular predisposición para ejecutar barrabasadas, y un deseo infinito de inmortalizarnos con el nombre de delincuentes.”

Y decide fundar junto a sus amigos Enrique y Lucio el “Club de los Caballeros de la Media Noche” una sociedad para cometer robos.

Capítulo II, Los trabajos y los días

Luego de un robo, que no resulta según lo planeado, los tres amigos deben disolver el Club de los Caballeros de la Media Noche y separarse.

Silvio cumple 15 años, y, ante la insistencia de su madre, debe salir a trabajar.  

Los días de trabajo, mal pago y con malos tratos, se convierten en su propio infierno mental: “No pensaba. Mi entendimiento se embotó en un rencor cóncavo, cuya concavidad día a día hacíase más amplia y acorazada. Así se iba retobando mi rencor.”

Decide prenderle fuego al negocio; pero su euforia y la alegría, de no tener que volver más a ese lugar se desvanecen, al no funcionar su plan.

Capítulo III, Juguete rabioso

Silvio tiene la oportunidad de entrar a la Escuela Militar como aprendiz de mecánico de aviación; su vida cobra un nuevo sentido, y reflorecen sus sueños de poder salir de esa “vida puerca”.

Un día recibe la fatal noticia que debe retirarse, que ha sido dado de baja, el motivo: “… Su puesto está en una escuela industrial. Aquí no necesitamos personas inteligentes, sino brutos para el trabajo.”

Todo su mundo interior se derrumba; el odio, el rencor y la desolación lo vuelven a habitar: “…los ímpetus de cólera me envaraban los nervios, quería gritar, luchar a golpes con la ciudad espantosamente sorda… y súbitamente todo se me rompía adentro, todo me pregonaba a las orejas mi absoluta inutilidad.”

Silvio Astier, aturdido por la vergüenza de su fracaso, finalmente decide quitarse la vida. Pero tampoco la muerte estuvo de su lado, como no lo había estado nunca la suerte, en su corta vida.

Capítulo IV, Judas Iscariote

Astier trabaja en una papelería y conoce al Rengo, quien le propone llevar a cabo un cuantioso robo a la casa de un ingeniero, sin mayores riesgos.

El día anterior a dar el golpe, a Silvio, sus pensamientos sobre su vida hasta ese momento y su futuro, lo llevan a analizar tanto la posibilidad de delatar a su amigo, como sus consecuencias: “Si hago eso me condeno para siempre… ¡Todos los días llevaré una pena!… una angustia, vergonzosa hasta para mí.”

Silvio se encuentra ante una encrucijada: advertir del robo, o convertirse en uno de esos personajes admirados de su infancia.

“El juguete rabioso” es una novela que por momentos parece autobiográfica y que invita al lector a adentrarse en la mente y alma de un joven; a acompañarlo en la rebeldía de afrontar la vida y desafiar al destino, que lo hunde en la pobreza y la marginalidad; buscar ese golpe de suerte que le cambie la vida.

RobertoArlt, además de periodista, fue novelista, cuentista y dramaturgo. En su corta vida escribió innumerables piezas sobre literatura urbana, con una narrativa muy original, con el uso de jergas y giros extraordinarios, que harán recordarlo siempre.